
TEXTOS BÍBLICOS:
Jn. 14, 15-16. 23-26 / Jn. 20, 19-23
“El Espíritu Santo os lo enseñará todo”
DISPONERSE
+ Haz por darte cuenta que esta lectura busca un encuentro amoroso. Acláratelo: es Dios quien lleva la iniciativa y quiere estar y hablar contigo. Entra en la onda del amor y del Espíritu Santo. Ábrete a la escucha.
+ ¿Conoces alguna canción para invocar al Espíritu Santo? ¿Cómo sueles reconocer la presencia de Dios? Haz dos minutos de silencio con la Biblia abierta entre las manos.
LEER
+ En las palabras humanas que lees, Dios quiere hablarte al corazón. Esta lectura se hace buscando y saboreando comprender qué dice el texto. Pon atención: lee despacio, más de una vez, y usando las notas de tu Biblia.
+ Lee en tu Biblia: Jn. 14, 15-16. 23-26 / Jn. 20, 19-23
+ ¿Qué es para ti un defensor? ¿Qué crees que pasó a los apóstoles en Pentecostés para que se dijera que estaban ebrios (Hch. 2, 1-11)? ¿Quién envía el Espíritu Santo?
+ Más luz para profundizar en el texto: Hch. 2, 1-11 / Sal. 103, 1-4 / Rom. 8, 8-17
+ En medio de su miedo se presenta Jesús, el Resucitado, y los llena de serenidad, de paz y de alegría. Jesús se identifica enseñando las manos y el costado: Él es realmente el mismo que crucificaron. Jesús los manda en misión: ellos, ahora, tienen que continuar su tarea. Con el gesto del Creador, exhalar su aliento (Gn. 2,7), les comunica su Espíritu, los recrea y les concede el poder y la autoridad para perdonar o retener pecados.
ESCUCHAR
+ Mira dentro de ti y pon silencio en tu corazón para escuchar. Pregúntate qué te dice el texto para ti y en la situación que vives. Mira a Jesús. Dios quiere iluminar tu vida con la de Jesús para que seas feliz.
+ ¿Tienes experiencias de que el Espíritu Santo habita en ti? ¿Es el Maestro que te enseña y te guía a vivir la vida nueva de Jesús? ¿Te dejas llevar por Él? ¿Te une a Jesús?
+ No dejes de leer despacio las dos primeras lecturas. Mira lo que pasó a los cincuenta días de la Pascua, en la fiesta judía de las cosechas. Mira lo que pasó a los apóstoles, cómo empezó la misión evangelizadora de la Iglesia, cómo San Pablo enseña que es el fuego del amor de Dios el que nos hace gritar: “Abba”. Mira cómo funciona la vida en el Espíritu de Jesús, cómo cambia la vida la fuerza de lo alto. Mira a Jesús, tu Señor.
ORAR
+ Cuando la Palabra suena en el corazón te brota la oración como respuesta. No se trata de muchas palabras e ideas brillantes, sino de mucho amor. Ora, como María, diciendo que sí y obedeciendo a los planes de Dios.
+ Abre tu corazón a la acción del Espíritu, a la vida desde los dones de su amor. Él quiere ser el motor que en tu corazón te mueva a la oración y a vivir como Él
VIVIR
+ Evita teorías y propósitos voluntariosos. La humildad es el mejor camino. La Palabra se hace vida dando pasos cortos y sencillos de entrega y confianza. Ilumina tus cosas de cada día con la luz que da la Palabra, y no con tu ego.
+ El Espíritu Santo tiene mucho que ver con tu vida de cada día. Él hace nuevas todas las cosas. Sin Él la vida es una ONG y el cristianismo una ideología. Él te une a Jesús vivo y resucitado.