Una propuesta diferenteEste año desde el seminario diocesano de Bilbao, queremos animar a vivir el Adviento junto con nosotros, desde una propuesta creyente. Se trata de una corona de Adviento, pero un poco diferente a la que estamos acostumbrados… pues las decoraciones nos las tendremos que ganar¡¡¡ ¿Ganar? Si, ganar. Para prepararnos a la llegada del niño Jesús no solo tienen que estar decoradas nuestras casas y nuestra corona sino también nosotros y nosotras.

Por eso cada día desde el 1 hasta el 25 nos proponemos un reto diario, que tenemos que cumplir si queremos ver nuestra corona de Adviento totalmente decorada y colorida.

Las puedes adquirir en la Basílica de Begoña o contactando con algún seminarista.

Instrucciones de uso.

  1. Cortar las imágenes numeradas de los retos y las ranuras que están en la corona.
  2. Introduce las imágenes numeradas en una caja o algún otro sitio de tu elección.
  3. Haz un agujero en la parte superior de la hoja de la corona para que puedas colgarla de un lugar que veas conveniente.

Para cada día.

  1. Busca la imagen con la cual el numero coincida con el día que estamos.
  2. Lee el reto que aparece en la imagen y hazla. Mucho ánimo.
  3. Una vez que hayas completado el reto, introduce la pestaña en su ranura correspondiente (el mismo número del reto) de forma que se vea la imagen.
El seminario en Caritas

Grupo de acogida de Caritas en Elorrieta (UP San Ignacio)

La formación de los futuros sacerdotes se enmarca dentro de unos criterios fundamentales, entre los cuales destaca la sensibilidad social. Un sacerdote diocesano debe desarrollar la sensibilidad por la cercanía con los excluidos de la sociedad, manifestando con ello la cercanía de Cristo Pastor y compañero de camino. Por esta razón, la presencia del seminario en Caritas diocesana constituye un verdadero ejercicio formativo.

Actualmente la mayoría de seminaristas se encuentran de un modo u otro vinculados a proyectos de Caritas, participando en las acogidas a las personas vulnerables, tomando parte activa, en proyectos de apoyo escolar, de castellano, cursos de computación, etc.

La vida del seminarista no se agota en las celebraciones litúrgicas y en la vida espiritual, su formación debe necesariamente desembocar en un afán pastoral determinado por la capacidad de servicio y de entrega, precisamente a aquellos que sienten en su vida y en su historia, el abandono de las instituciones.

Los pobres, los migrantes, los excluidos, lo que sufren, los enfermos, los ancianos, los que viven en soledad, las personas en dependencia, constituyen verdaderos lugares teológicos, donde la revelación de Dios se encarna para redimir todo lo que en ellos pueda ser reconocido como oportunidad para mostrar el amor de Dios en medio de la historia.

David A Garrido Perero