El pasado domingo 25 de septiembre, Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, se celebró en la parroquia de San Luis Beltrán de Bilbao la misa de inicio de curso de las comunidades china, africana y latinoamericana. La misa estuvo presidida por el vicario general Kerman López y acompañada por los sacerdotes que asisten a cada una de las comunidades, pero también por otros sacerdotes que quisieron estar presentes en esta celebración intercultural.

Fue una celebración que reflejó la pluralidad de la Iglesia universal, pero también la de la Iglesia local de Vizcaya que, como dijo el vicario general, en esa celebración se mostraba sus 1000 colores. 1000 kolore que es uno de los lemas del Goazen, con el que se inauguró el curso pastoral 2022 – 2023 en la diócesis, el día anterior 24 de septiembre.

Pero la celebración no fue sólo una muestra de la pluralidad de la Iglesia, sino que también fue “la fuerza del testimonio – lekuan lekuko” (lema del VI Plan de Evangelización de la diócesis) un testimonio de que Dios nos llama, nos sigue llamando a la fe, al encuentro con Él, y nos llama a vivir la vocación que quiere para cada uno de nosotros, a vivir con alegría el Evangelio y a transformar nuestras comunidades según el mensaje de Cristo.

Vocaciones que también son al sacerdocio, por lo que desde aquí animo a que si conocemos a alguien que pueda tener esta vocación, lo animemos a descubrir si realmente Dios lo llama a una vida de servicio desde el ser sacerdote.

Me despido por ahora con el deseo de que vivamos un curso feliz, lleno de alegría, de fe, esperanza y caridad, y de que nos podamos encontrar a lo largo de él en diferentes lugares y momentos para llenar de color nuestras vidas y la de los demás.

Un fuerte abrazo

Mario Díaz Bravo

Seminarista de tercera fase