El pasado sábado 25 de junio tuvo lugar en la Catedral de Santiago la ordenación sacerdotal de Jaime Pizarro y Txomin Alonso. A continuación se presenta la acción de gracias que realizaron al terminar la celebración.
ACCIÓN DE GRACIAS
Estimado Obispo de Bilbao, hermanos presbíteros, queridos diáconos, erlijioso maiteak, eliz arduradun laiko agurgarriak, fedean eta maitasunean anai-arrebok, lagun maiteak, mila esker Jaime eta bioi ospakizun honetan laguntzagatik.
Al llegar al final de esta celebración, queremos empezar dando gracias a Dios que pensó, nos propuso y nos acompaña en esta aventura vocacional. Sin Él todo lo que hemos celebrado hoy no tendría sentido, y por eso hemos escogido el lema de “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante”.
Por ello, como comunidad cristiana que sois, queremos pediros que no dejéis de rezar por nosotros para que correspondamos, en la medida de lo posible, a todo esto que hoy hemos recibido. También queremos dar gracias a toda la Iglesia, a la comunidad cristiana con la que caminamos, porque en ella hemos sido acompañados por Dios y hemos recibido la ayuda para crecer, encontrarnos con Cristo y unirnos a Él.
Tal y como nos indicaba el Obispo en la Carta Pastoral de Cuaresma y Pascua, queremos, desde el ministerio presbiteral, caminar junto a las personas de la comunidad cuidándonos mutuamente, y fortalecer los lazos de afecto mutuo que hacen a una sociedad verdaderamente humana. Además, cómo plantea el Documento Preparatorio del Sínodo, favorecer que en las comunidades y en las personas germinen sueños a la vez que estimulamos la confianza. ¿Cómo?
Una propuesta es vivir y favorecer la opción preferencial por los pobres desde el samaritanismo completo. Esto es, acercarse, curar y cuidar al apaleado… sin dejar al posadero endeudado.
Como plantea el Papa Francisco en la Encíclica sobre la fraternidad y amistad social, Fratelli tutti, se trataría de volverme prójimo de los otros (n. 81). Ahora bien, tanto de los apaleados de la historia, como de los hospederos que ayudan a ayudar en la historia.
Así, como hizo el samaritano con el posadero, la cuestión es que dejen de ser considerados como simples recursos para el desarrollo de planes o de acciones solidarias comunitarias; para ser reconocidos como seres humanos libres que generan libertad.
Además, a un samaritano que asume riesgos y que, a tiempo; incluso antes de producirse; atiende los gastos, desgastes y disgustos de quienes le van a ayudar a ayudar, aunque no sean de su grupo, y que confía en cómo saben curar: ¿Cómo no acogerle, cómo negarle la voz y la toma de decisiones en la comunidad? No estará haciendo realidad eso de que Dios es amar.
Gracias por habernos acompañado en este camino. Nos seguimos viendo en el camino y la verdad y la vida.
Acción de gracias de Jaime Pizarro y Txomin Alonso en su ordenación sacerdotal
Artículos, EventoEl pasado sábado 25 de junio tuvo lugar en la Catedral de Santiago la ordenación sacerdotal de Jaime Pizarro y Txomin Alonso. A continuación se presenta la acción de gracias que realizaron al terminar la celebración.
ACCIÓN DE GRACIAS
Estimado Obispo de Bilbao, hermanos presbíteros, queridos diáconos, erlijioso maiteak, eliz arduradun laiko agurgarriak, fedean eta maitasunean anai-arrebok, lagun maiteak, mila esker Jaime eta bioi ospakizun honetan laguntzagatik.
Al llegar al final de esta celebración, queremos empezar dando gracias a Dios que pensó, nos propuso y nos acompaña en esta aventura vocacional. Sin Él todo lo que hemos celebrado hoy no tendría sentido, y por eso hemos escogido el lema de “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante”.
Por ello, como comunidad cristiana que sois, queremos pediros que no dejéis de rezar por nosotros para que correspondamos, en la medida de lo posible, a todo esto que hoy hemos recibido. También queremos dar gracias a toda la Iglesia, a la comunidad cristiana con la que caminamos, porque en ella hemos sido acompañados por Dios y hemos recibido la ayuda para crecer, encontrarnos con Cristo y unirnos a Él.
Tal y como nos indicaba el Obispo en la Carta Pastoral de Cuaresma y Pascua, queremos, desde el ministerio presbiteral, caminar junto a las personas de la comunidad cuidándonos mutuamente, y fortalecer los lazos de afecto mutuo que hacen a una sociedad verdaderamente humana. Además, cómo plantea el Documento Preparatorio del Sínodo, favorecer que en las comunidades y en las personas germinen sueños a la vez que estimulamos la confianza. ¿Cómo?
Una propuesta es vivir y favorecer la opción preferencial por los pobres desde el samaritanismo completo. Esto es, acercarse, curar y cuidar al apaleado… sin dejar al posadero endeudado.
Como plantea el Papa Francisco en la Encíclica sobre la fraternidad y amistad social, Fratelli tutti, se trataría de volverme prójimo de los otros (n. 81). Ahora bien, tanto de los apaleados de la historia, como de los hospederos que ayudan a ayudar en la historia.
Así, como hizo el samaritano con el posadero, la cuestión es que dejen de ser considerados como simples recursos para el desarrollo de planes o de acciones solidarias comunitarias; para ser reconocidos como seres humanos libres que generan libertad.
Además, a un samaritano que asume riesgos y que, a tiempo; incluso antes de producirse; atiende los gastos, desgastes y disgustos de quienes le van a ayudar a ayudar, aunque no sean de su grupo, y que confía en cómo saben curar: ¿Cómo no acogerle, cómo negarle la voz y la toma de decisiones en la comunidad? No estará haciendo realidad eso de que Dios es amar.
Gracias por habernos acompañado en este camino. Nos seguimos viendo en el camino y la verdad y la vida.
«Ya en la recta final del curso» de Txomin
ArtículosYa estamos en la recta final del curso. Toca dar el último empujón antes de acabarlo. Pero no es un empujón sencillo, pues junto a las comuniones, confirmaciones y bautizos que se presentan me toca prepararme para la ordenación presbiteral.
Cierto es que ya llevo unos años discerniendo la vocación y preparándome para este paso; al igual que las niñas y niños que van a recibir la primera comunión (esperemos que no la última), las jóvenes y adultas que van a confirmarse, y los esposos que van a casarse.
Sin embargo, como a estas personas, prepararse para la celebración supone prepararla para que quienes quieren compartir ese día con uno puedan acompañar disfrutando.
Así, preparar la celebración es un acto de servicio a los demás más que a uno mismo; pues de ser este el caso, lo que se celebra será para mayor gloria de los que se ordenan y no de Dios, quien tiene en cuenta a los que se ordenan, a los que acompañan, y a quienes no acompañan; sean creyentes o no, no hayan podido o querido venir.
Es este un último servicio como seminaristas, tanto de Jaime como mío; pues, como la celebración es de la Iglesia, nos toca hacer que sea cierto esto para no ocultar al verdadero Protagonista.
«Un día de comunión ecuménica» de Marcos
ArtículosEl pasado viernes, 29 de abril, el padre Petru David, sacerdote de la parroquia ortodoxa de «Todos los Santos» Bilbao, y yo, visitamos el Seminario Diocesano de Bilbao, aceptando la invitación de su rector, Aitor Uribelarrea Gamero.
En esta visita, tuvimos la oportunidad de asistir a una misa católica, algo muy interesante para nosotros, y de compartir luego mesa con el padre Aitor y los seminaristas.
La conversación que siguió giró en torno a varios temas, tales como el sacerdocio y la misión del sacerdote en la actualidad, la tradición litúrgica ortodoxa y católica, el diálogo ecuménico y otros.
En un ambiente fraternal y con la alegría de la Resurrección de Cristo siempre presente, nos sentimos muy agradecidos de conocer a estos jóvenes, que están llamados a ser «Luz del mundo», «Sal de la tierra» y «Ciudad situada en la cima de un monte».
Queremos expresar nuestro agradecimiento al padre Aitor y a todos los seminaristas por esta invitación y por la hospitalidad que nos ofrecieron.
¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!
«La virtud de la castidad» de David
ArtículosPara el pensamiento cristiano, la castidad no se reduce a una forma de mero autodominio, sino que ha de ser comprendida como una forma de templanza. A tal descubrimiento podía haber llegado la filosofía pagana. Pero, siguiendo el pensamiento de san Pablo, los Padres de la Iglesia dan un paso más: la castidad respeta el templo de Dios y la imagen de Dios que es cada persona.
La virtud de la castidad no puede limitarse a evitar los pecados de lujuria. La virtud genera y motiva las actitudes y los actos que, en primer lugar, llevan a la valoración de la corporeidad humana, a la integración del placer sexual en la dinámica de la maduración personal y relaciona) de la persona.
En consecuencia, la virtud de la castidad promueve y tutela la valoración positiva del amor, especialmente en su dimensión conyugal, y la defensa de la dimensión personal de la procreación de las nuevas vidas humanas. «La castidad consiste en el dominio de sí, en la capacidad de orientar el instinto sexual al servicio del amor y de integrarlo en el desarrollo de la persona» (OAH 18).
En este contexto, es necesario precisar que, más allá de un planteamiento meramente prohibitivo, la educación de la sexualidad y el ejercicio de la virtud de la castidad tienden a la promoción de auténticos valores éticos positivos:
«La sexualidad está llamada a expresar valores diversos a los que corresponden exigencias morales específicas; orientada hacia el diálogo interpersonal, contribuye a la maduración integral del hombre abriéndolo al don de sí en el amor; vinculada, por otra parte, en el orden de la creación, a la fecundidad y a la transmisión de la vida, está llamada a ser fiel también a esta finalidad suya interna. Amor y fecundidad son, por tanto, significados y valores de la sexualidad que se incluyen y reclaman mutuamente y no pueden, en consecuencia, ser considerados ni alternativos ni opuestos» (OAH 32).
Vivir la castidad es vivir el valor de la generosidad, la superación del narcisismo y el descubrimiento de las infinitas posibilidades de vida y de realización que ofrece el encuentro con los otros.
«¿Qué es una familia?» de David
ArtículosTe has preguntado alguna vez que podemos decir de la definición de familia, existen muchas definiciones de familia, en este apartado extraigo aquellas que me han resultado más sugerentes.
Constituye el grupo más primario del ser humano; en ella el hombre inscribe sus primeros sentimientos, sus primeras vivencias e incorpora las principales pautas de comportamiento y le da un sentido a su vida. Sin embargo, a pesar de las grandes transformaciones del mundo contemporáneo, la familia sigue siendo el hábitat natural del hombre, ya que cumple funciones que son insustituibles por otros grupos e instituciones (Placeres Hernández, J. F., Olver Moncayo, D. H., Rosero Mora, G. M., Urgilés Calero, R. J., & Abdala-Jalil Barbadillo, S; 2017, p. 261)[5].
Existen diversas definiciones de familia cada una apelando a diversas situaciones, sin embargo, la familia desde el punto de vista de la tradición cristiana es el pilar de la sociedad humana. Por tanto se debe custodiar y velar por la recta adecuación de la estructura social para beneficiar el sano desarrollo de la vivencia familiar.
No existe familia perfecta, en todas existe el reto de buscar la unidad y la paz. Desde la perspectiva cristiana se presenta la comunión dual de las parejas como una oportunidad de vincularse más a Dios a pesar de las dificultades que poseen en su historia de vida.
[1] Benítez Pérez, M. E. (2017). La familia: Desde lo tradicional a lo discutible. Revista Novedades en Población, 13(26), 58-68.
[2] Sánchez, C. (2008). La familia: concepto, cambios y nuevos modelos. Revista la Revue du REDIF, 2(1), 15.
[3] Bourdieu, P. (1997). Espíritu de familia. Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción, 126-138.
[4] Pacheco, K. Z. W., Bou, F. N. C., & Serrano-García, I. (2006). Familia Reconstituida El Significado de» Familia» en la Familia Reconstituida. Psicología Iberoamericana, 14(2), 16-27.
[5] Placeres Hernández, J. F., Olver Moncayo, D. H., Rosero Mora, G. M., Urgilés Calero, R. J., & Abdala-Jalil Barbadillo, S. (2017). La familia homoparental en la realidad y la diversidad familiar actual. Revista Médica Electrónica, 39(2), 361-369.
JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES 8 DE MAYO DE 2022
ArtículosLlegando el IV Domingo pascual se nos propone vivir la 59 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y Vocaciones Nativas. Esta próxima Jornada, a celebrar el 8 de Mayo de 2022, tiene por lema: “Deja tu huella. Sé testigo”. Recordándonos que la vida es un camino donde Dios nos llama a “dejar huella”, sabiendo que cada uno, desde nuestra vocación particular, estamos llamados a “ser testigos” según la llamada personal de Jesús.
Aquí debajo puedes descargarte la carta de misiones de la Diócesis de Bilbao invitando a la jornada.
CARTA. Presentación Jornada. Bilingüe
También se encuentra aquí debajo el enlace a Obras Misionales Pontificias, en donde se encuentran todos los materiales para la jornada:
Obras Misionales pontificias. Materiales.
«Segundo Domingo de Pascua» – el domingo de la Misericordia de Juan
Artículos¿Cuál es el origen de la Fiesta de la Divina Misericordia?
La Fiesta de la Misericordia se celebra el primer domingo después de Pascua o el segundo domingo de Pascua, actualmente llamado Domingo de la Divina Misericordia.
¿Cuál es el origen de la Fiesta de la Divina Misericordia?
Esta fiesta fue instituida en 1985, primero para la Arquidiócesis de Cracovia por su párroco, el Cardenal Franciszek Macharski, luego celebrada en algunas otras diócesis de Polonia. Diez años más tarde, en 1995, el Santo Padre Juan Pablo II lo extendió a todas las diócesis de Polonia, por petición expresa del Episcopado de Polonia. El 30 de abril de 2000, segundo domingo de Pascua y día de la canonización de Santa Faustina en Roma, el Sumo Pontífice Juan Pablo II la instituyó para la Iglesia universal.
¿Quién es el autor de esta fiesta?
¡El Señor Jesús! Le dijo a Sor Faustina: Quiero que el primer domingo después de Pascua sea la Fiesta de la Misericordia. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea el recurso y el refugio para todas las almas, y especialmente para los pobres pecadores. En este día se abren las entrañas de mi misericordia, derramo todo un océano de gracias sobre las almas que se acerquen a la fuente de mi misericordia; toda alma que se confiese y comulgue, recibirá el completo perdón de sus faltas y la remisión de sus penas; en este día se abren todas las fuentes divinas por donde fluyen las gracias. Jesús habló de esta fiesta a Sor Faustina en varias revelaciones. Indicó la fecha en el calendario litúrgico de la Iglesia. Explicó la motivación y el rol a cumplir. Instruyó a la Iglesia sobre cómo prepararlo y celebrarlo, y sobre todo hizo grandes promesas, la más singular de las cuales es la de «la remisión total de sus pecados y de sus castigos» a «quien se acerque, aquel día de la Fuente de vida». Por tanto, es necesario recibir la Sagrada Comunión durante la Fiesta de la Divina Misericordia después de una buena confesión, es decir, sin tener ningún apego al menor pecado, y con plena confianza en la Divina Misericordia y la misericordia hacia los demás. Jesús dice: toda alma que se confiese y comulgue recibirá el perdón completo de sus faltas y la remisión de su castigo. La gracia de la fiesta – explica el abad prof. Ignatius Różycki – va más allá de la gracia de la indulgencia plenaria. Para citar sus palabras: La gracia de la indulgencia plenaria consiste en la remisión sólo de los castigos temporales debidos por haber cometido pecados, pero nunca perdona las faltas mismas. La gracia absolutamente extraordinaria (de esta fiesta) supera también a todas las gracias de los 6 santos sacramentos (siete, aparte del bautismo), porque la remisión de todas las culpas y dolores es únicamente la gracia sacramental del santo bautismo. Ahora bien, Cristo prometió aquí la remisión de las culpas y de las penas según la sagrada Comunión recibida en la fiesta de la Misericordia, es decir, la elevó al rango de un «segundo bautismo». » ¿Cómo prepararse para la Fiesta de la Divina Misericordia? – Por una novena que consiste en rezar el Rosario a la Divina Misericordia durante 9 días consecutivos, a partir del Viernes Santo. Jesús insistió: Di, hija mía, que la Fiesta de la Misericordia ha brotado de mi vientre para consolación del mundo entero. Muchas personas dicen que ser cristiano es ser de otro siglo, es dejar de tener vida, vivir bajo normas, no ser libre, y estar atado en todo lo que quieres hacer, decir o pensar; porque te lo limita tu creencia. Cuando el ser cristiano, es otra cosa, es vivir la vida al límite, es levantarse cada día con un propósito nuevo, es estar en una constante batalla por ser más feliz, luchar cada día por ser mejor persona, buscar una superación compartida, caminar siempre con otros, ser cristiano es tener esa llama que no se apaga, que busca encender nuevos corazones.
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«La aventura del cristiano» de Marcos
ArtículosMuchas personas dicen que ser cristiano es ser de otro siglo, es dejar de tener vida, vivir bajo normas, no ser libre, y estar atado en todo lo que quieres hacer, decir o pensar; porque te lo limita tu creencia. Cuando el ser cristiano, es otra cosa, es vivir la vida al límite, es levantarse cada día con un propósito nuevo, es estar en una constante batalla por ser más feliz, luchar cada día por ser mejor persona, buscar una superación compartida, caminar siempre con otros, ser cristiano es tener esa llama que no se apaga, que busca encender nuevos corazones.
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«Visita de Carlota Valenzuela»
ArtículosEl pasado jueves día 17 de febrero tuvimos la suerte de recibir, en el seminario, la visita de Carlota Valenzuela, en su paso por Bilbao, de camino a su destino; Jerusalén.
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«La sinodalidad» de Mario Díaz
ArtículosAhora que estamos en un proceso sinodal en la Iglesia universal precisamente para debatir sobre sinodalidad, me gustaría hacer un breve comentario sobre lo que significa sinodalidad (un caminar juntos)
La Iglesia, nos dice el Concilio Vaticano II, es una realidad en la que todos sus miembros somos iguales, igual dignidad que se da por el bautismo, por el cual nos unimos a Cristo en sus funciones profética, sacerdotal y regia, por tanto si todos somos iguales y estamos unidos a Cristo en estas tres funciones, todos tenemos una responsabilidad en la marcha de la Iglesia, todos debemos caminar juntos en la misión que tenemos de anunciar a Cristo y edificar su Iglesia.
Somos cuerpo de Cristo en el que cada uno cumple su función de acuerdo a su vocación y condición, por eso en la Iglesia hay distintas responsabilidades, por el sacerdocio ministerial, pero también por el sacerdocio común que se adquiere con el bautismo, en el cometido de participar por el bien de la Iglesia, anunciando a Cristo, participando de sus sacramentos, y contribuyendo en el gobierno de la Iglesia a través de los procedimientos previstos, uno de ellos la participación en los procesos sinodales.
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